domingo, 16 de enero de 2011

LA CONSTELACIÓN DE VIRGO Y LA VIRGEN INMACULADA CONCEPCIÓN

La Virgen María o Inmaculada Concepción símbolo de Virgo tiene una cualidad de infinita belleza: la absoluta, inmaculada pureza. Su virginidad no es la del cuerpo como tan mal nos lo ha transmitido la iglesia, sino la de la mente y las emociones. Indudablemente un cuerpo alineado con emociones y mente puras es también un cuerpo puro, cosa que no es cierta a la inversa
¿Que significa materia Virgen?
Es aquella en la cual las tres cualidades de la naturaleza, dinamismo - inercia - equilibrio, o los tres principios, acción-reacción-relación, están en perfecto equilibrio.
Virgo es el principio que permite comenzar a concretar la finalidad para la cual existe la vida de las formas
En nuestro mundo occidental acelerado y vano con triste frecuencia trabajamos para las formas, suspiramos por las formas y en última instancia incluso vivimos para las formas. Es así como generamos todas las enfermedades del cuerpo y de las relaciones que tanto nos hacen sufrir. Confundimos el cuerpo (la forma) con la vida y tememos a la muerte sin saber que la vida eterna es ahora y aquí, el temor a morir se nos extiende en mil temores, tememos perder y acaparamos, tememos la falta de tiempo y agotamos la copa del placer viviendo para los sentidos del cuerpo en vez de vivir para el sentido, el alma.
Virgo, la Virgen es la materia pura, la forma transparente que no oculta la vida, que la revela.
Virgo es llamada la diosa de la virtud o del vicio. La raíz significativa de “vicio” es “volver ineficaz”, ello es para virgo la negación de su propósito esencial, revelar el principio Crístico, revelar el amor, la sabiduría, la belleza, la bondad. Por otra parte la raíz de virtud es la palabra latina “vir” que significa “fuerza”, “hombre” como en virilidad.
Virgo tiene tres grandes características: ampara, alimenta y revela a la Divinidad dentro de la forma. Para amparar o escudar a la Divinidad dentro de nosotros y dentro de los demás, deberemos tratar de: 1) afirmar a la Divinidad dentro de toda la humanidad, incluidos nosotros mismos; 2) rechazar todos los sentimientos de celos y odio hacia cualquier persona; 3) no formular murmuraciones ni críticas acerca de la gente 4) crear en la vida buenas condiciones, para que la Divinidad interior no esté sujeta a ataques; 5) no suscitar reacciones de índole personal, en la medida de lo posible; 6) impedir aquellas condiciones existentes que retarden el desarrollo y la evolución de la divina Chispa interior.
El Dios inmanente en el planeta es el principio Crístico. El Dios inmanente en el sistema solar es el Alma del sistema solar en evolución. El Cristo en el hombre, el planeta, el sistema solar, está en proceso de simultánea gestación, evolución e iniciación







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