domingo, 16 de enero de 2011

LA VIDA DE JESUS ENTRE LOS 12 Y 30 AÑOS DE EDAD






Fue en el aislamiento en Nazaret que Jesús pasó la mayor parte de Su vida terrena. Los escritos inspirados son muy recientes sobre este período: Lucas, 2,40-52; Marcos 6,3; Juan 6,42; 7,15, son los únicos pasajes que se refieren a la vida oculta. Algunos de ellos nos dan una visión general de la vida de Cristo: "El niño crecía y se fortalecía lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba en Él" es una breve reseña de los años que siguen al regreso de la Sagrada Familia después de la ceremonia de la purificación en el Templo. "Jesús crecía en sabiduría y edad y gracia ante Dios y ante los hombres ", y Él "les estaba sujeto" forman el marco inspirado de la vida de Cristo en Nazaret después de que cumplió los doce. "Cuando era ya de doce años " Jesús acompañó a Sus padres a Jerusalén, "según el rito festivo"; "y volverse ellos, acabados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que sus padres lo echasen de ver." "Al cabo de tres días le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores, oyéndolos y preguntándoles." Fue en esta ocasión en que Jesús menciona las únicas palabras que tenemos del período de Su vida oculta: "¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que es preciso que me ocupe en las cosas de mi Padre?" Los judíos nos cuentan que Jesús no pasó por el aprendizaje de las escuelas rabínicas: "¿De dónde le vienen a éste tales cosas?".
La misma pregunta es hecha por la gente de Nazaret quien agrega: "¿No es acaso el carpintero?" San Justino es una autoridad para la declaración que Jesús hizo especialmente sobre "arados y yugos" (Contra Tryph., 88). Aunque no haya certeza de que en época de Jesús existieran escuelas primarias en las villas judías, podemos inferir de los Evangelios que Jesús sabía cómo leer (Lucas 4,16) y escribir (Juan 8,6). Debe de haber aprendido a una edad temprana el también llamado Shema (Deut. 6,4), y el Hallel, o Salmos 113-118 (Hebr.); también debe de haber estado familiarizado con otras partes de las Escrituras, especialmente con los Salmos y con los Libros Proféticos, ya que contantemente se refiere a ellos en Su vida pública. Se asevera también que Palestina, en tiempos de Jesucristo, prácticamente era bilingüe, por lo que Cristo debe haber hablado arameo y griego; las indicaciones de que Él estaba familiarizado con el hebreo y el latín son insignificantes. La enseñanza pública de Jesús demuestra que era un atento observador de las cosas y sonidos de la naturaleza, y de los hábitos de todas las clases de hombres. Ya que eran las fuentes usuales de Sus enseñanzas. Para concluir, la vida oculta de Jesús que se extiende a través de treinta años es bastante diferente de la que uno habría de esperar en el caso de una Persona Quien es adorado por Sus seguidores como su Dios y reverenciado como su Salvador; esta es una prueba indirecta de la credibilidad de la historia Evangélica.

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